Cada año miles de toneladas de desechos llegan a los vertederos de la región, siendo parte de esta basura los subproductos producidos en las áreas pesqueras y acuícola, pues todo lo que no consume el humano es desechado.
“Un despilfarro nutricional”, así califica esta situación, el Dr. Pedro Toledo Agüero, académico del Departamento de Acuicultura de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN), quien agrega que no se debería botar nada, pues estos recursos naturales puede ser utilizados y con ellos crear alimentos para animales.
Economía Circular
De esta idea nace el proyecto “Formulación de alimento de peces utilizando subproductos de la pesca y acuicultura”, en el cual trabajan investigadores de la UCN y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), iniciativa que busca dar respuesta a la necesidad de alimento de los animales marinos, por medio de la utilización de residuos marinos, y que fue financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) de la Región de Coquimbo.
En el trabajo, explicó Pedro Toledo, investigador a cargo del proyecto, se reutiliza todo lo que no se consume del ostión y del camarón, es decir, todo lo que se bota a vertederos. En la dieta de los peces marinos, explicó, se usa harina y aceite de pescado, y en el estudio se reemplazó parcialmente la harina de pescado por harina de crustáceos y vísceras. “Es un trabajo muy asociado a la economía circular, recuperamos lo orgánico y no aumentamos los niveles de biomasas que hay en los vertederos. Sería una maravilla para la región lograr disminuir la biomasa que llega al vertedero, de todos estos nutrientes que hoy se están perdiendo, y que pueden ser utilizados perfectamente para alimentar peces marinos de cultivo”, dijo el investigador.
Elaboración de dietas
El proyecto tiene dos grandes líneas, el desarrollo de la acuicultura con especies del país y que la gente consume, y recuperar los desechos que botan los pescadores artesanales y las empresas. En este contexto, se piensa en la necesidad de generar un modelo para que se pueda recuperar los desechos de las caletas y así utilizarlos para generar estos nutrientes.
En la etapa experimental del proyecto, los especialistas inventaron las fórmulas de alimentación para la corvina, elaborando tres dietas que probaron durante 4 meses, tiempo en el cual se contó con un grupo de control, logrando excelentes resultados, ya que no hubo mortalidad en los peces con ninguna de las dietas, y el nivel de crecimiento de las corvinas fue similar al grupo de control. Ahora los especialistas analizan los resultados, que a la fecha son positivos.
Zona norte del país
Al referirse a las posibilidades que se abren con este estudio, el Dr. Toledo dijo que los buenos resultados del proyecto permiten pensar en usar este modelo para crear dietas para otras especies de peces marinos, como cojinova, palometa u otra especie que se esté cultivando en el norte de Chile, ya que las dietas se generan de manera específica, por lo cual las dietas para corvina no pueden usarse en otras especies. “Nos interesa el norte del país, porque queremos incentivar la acuicultura en esta zona geográfica”, resaltó el investigador.